Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona . Cazo gallinas, los hombres me cazan .Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen . Me aburro, pues , un poco. Pero, si me domesticas , mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros . Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra . El tuyo me llamará fuera de la madriguera , como una música. Y además .. mira! ¿Ves , allá los campos de trigo? Yo no como pan . Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada . Es bien triste!. Pero tu tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, sera maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti . Y amaré el ruido del viento en el trigo ...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito.
- Por favor, domesticame! -dijo.
- Me gustaría , - respondió el principito - pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas .
- Solo se conocen las cosas que se domestican, -dijo el zorro- Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada . Compran cosas hechas a los mercaderes . Pero como no existen mercaderes de amigos , los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, domesticame!
- Que hay que hacer? -dijo el principito.
- Hay que ser paciente.- respondió el zorro- Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo, y no dirás nada . La palabra es fuente de malentendidos . Pero , cada día, podras sentarte un poco mas cerca ...
Antoine de Saint Exupéry
El principitoSalamandra Ediciones