Uno mira alrededor, y encuentra justificable cualquier forma de superar ciertos vacíos que se tornan casi crónicos, esa inseparatividad insoportable de la que hablaba Fromm...Uno procura como válido todo ese vuelco del sumergirse heterosexual en la placentera vida familiar, como igual de válido hacer acopio de bienes materiales y planear el objetivo siguiente , incluso ponerse hasta las cejas de cualquier sustancia festiva, todo con tal de no pensar. Porque hoy en día el hilo conductor hacia hastíos vitales y estados constantes de desencanto puede residir perfectamente en un devanarse de los sesos .
Hay algo nuevo en todo lo que el hombre puede inventar para ir pasando por esta vida, algo en lo que yo no había reparado a pesar del imperante culto al cuerpo , un invisible mundo de músculos incomprensibles y cuerpos imposibles ,sobretodo si son comparados con los del que escribe . Ha sido un descubrimiento, algo así como cuando te dicen que los reyes no existen . Algo nuevo, para mí: los ciclos ,
lo vulgarmente conocido como inflarse de anabolizantes , para conseguir un cuerpo diez, ese cuerpo que siempre has deseado, con el que el hermano ego será gloriosamente redimido , cuerpo que te abrirá las puertas a esos perfiles de internet a los que nunca hubieras soñado tener acceso, esos que tienen el mayor numero de visitas , tan encantados ellos de conocerse , la mayoría de veces con tan poco que decir...
Un silencioso club , en el que resulta casi imposible arrancar una confesión : ("pues si maricón, yo me ciclo") , donde cultivar el cuerpo se convierte en prioridad uno, dejando de ser compatible con cualquier otra actividad, donde intelecto, alma y espirítu son relegados a un insignificante segundo plano... Un terrible riesgo para la salud, desde el momento en que nada está regulado, en que ningún papel ni justificante es jamás entregado, ninguna pregunta es formulada ni cadena alguna de profesionales que pueda asumir un error o reparar un daño . Una trampa , porque el " más y más " acabará tarde o temprano por imponer su ley , plaga cuya extension no alberga distincion alguna entre gays o heteros, pero con un denominador común : reparar la autoestima con ese cuerpo que siempre soñaron .
Y ahora todo encaja, comienzas a preguntar y , a darte cuenta de la dimensión del asunto, del número de personas que realmente se están "ciclando" , comienzas a comprender , observas y acabas sacando aplastantes conclusiones , estableciendo evidentes estadísticas , sabiendo por fín , como se consigue un cuerpo así. Y finalmente suspirando de cierto alivio, al saber, que no es tu cuerpo el perezoso cúmulo de músculos que no responden como te gustaría a unas horas de entrenamiento a la semana, que no es tu barriga esa maldición enviada a través de tus genes , afirmar con otro orgullo que nunca tendrás un cuerpo así, que nunca formaras parte de ese club, saber que no te hace falta y relajarte . Y disfrutar .
Foto:Francois Sagat