Al salir de aquel parque , el
Vivonne recupera la
corriente. Cuántas veces vi - y deseé imitar, cuando tuviera libertad
para vivir a mi antojo - a un remero que , tras dejar el remo , se había
tumbado boca arriba , con la cabeza inclinada , en el fondo de su
barca y - dejándola flotar a la deriva y sin poder ver otra cosa que el
cielo que pasaba lentamente por encima de él - traslucía en su rostro la
prefiguración de la felicidad y la paz.

Marcel Proust
Por la parte de Swam
De bolsillo contemporanea
Foto: Tadzio "Muerte en Venecia" 1972
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