
El ritual del té, esta repetición precisa de los mismos gestos y de la misma degustación , este acceso a sensaciones sencillas , aunténticas y refinadas , esta licencia otorgada a cada uno, sin mucho esfuerzo , para convertirse en un aristócrata del gusto, porque el té es la bebida de los ricos como lo es de los pobres , el ritual del té , pues , tiene la extraordinaria virtud de introducir en el absurdo de nuestras vidas una brecha de armonía serena. Sí, el universo conspira a la vacuidad , las almas perdidas lloran a la belleza , la insignificancia nos rodea . Entonces , tomemos una taza de té. Se hace el silencio, fuera se oye soplar el viento , crujen las hojas de otoño y levantan el vuelo, el gato duerme, bañado en una cálida luz. Y , en cada sorbo, el tiempo se sublima.
La elegancia de erizo
Muriel BARBERY
Seix Barral
Photo : Abbas Attas
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