miércoles, 13 de marzo de 2013
Un crujir de huesos
El camino de Ravello a Sorrento es tan hermoso , que no deseaba , aquella mañana, ver nada más bello sobre la tierra. La caliente aspereza de la roca , la abundancia del aire, los aromas , la limpidez , todo me llenaba del encanto adorable de vivir y me bastaba hasta tal punto que solamente una ligera alegría parecía habitar en mí ; recuerdos o nostalgias ; esperanzas o deseo, porvenir y pasado callaban, y yo no conocía de la vida más que aquello que el instante traía y se llevaba consigo de ella misma
André Guide
El inmoralista
Catedra . Letras Universales
Foto : Herbert List
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