miércoles, 19 de agosto de 2009

Tribulaciones de un brahmán

Por el camino, Siddharta regaló su túnica a un pobre. Desde entonces, solo vistió el taparrabos y la raída túnica color tierra. Comió solamente una vez al día y nunca alimentos cocinados. Ayunó durante quince días . Ayunó durante veintiocho días . La carne desapareció de sus muslos y mejillas . Sueños extraños aparecían ante sus ojos dilatados; en sus huesudos dedos crecían largas uñas, y del mentón le nacía una barba hirsuta y despeindada. La mirada se le tornaba fría cuando una mujer cruzaba por su camino ; la boca expresaba desprecio cuando atravesaba una ciudad con personas vestidas elegantemente. Vió negociar a los comerciantes y vio cazar a los príncipes ; presenció el llanto de los familiares de un difunto; vio a las prostitutas ofrecerse , a los médicos preocuparse por los enfermos , a los sacerdotes determinar el día de la siembra. Observó el amor de los amantes, a las madres amamantar a sus hijos. Y todo ello no era digno de la mirada de sus ojos .Todo mentía . En todo olía a hipocresía. La belleza, la felicidad , sólo eran ilusiones de los sentidos. Todo terminaría en la putrefacción final. El mundo era amargo ; la vida dolor .


Herman Hesse
Sidaharta
Publimexi

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