miércoles, 5 de agosto de 2009

Junio del 99


A los socialistas les entró en los ochenta el síncope de la modernidad, y procuraban eludir las palabras que tuvieran adherencias del dolor o de las ilusiones de tiempos abolidos. Ahora , la derecha , que siempre ha sido más conmemorativa , se vanagloria de recobrar generosamente una tradición intelectual y política por la que jamás se había interesado sino para perseguirla , y lo hace con una mezcla de desparpajo y de astucia, con una estricta precaución sanitaria .
El 5 de Junio, en el cumpleños centenario de García Lorca,el presidente del Gobierno y su señora, acompañados por la adecuada cohorte cultural, visitan la Residencia de Estudiantes y posan todos como en una competición de sonrisas dilatadas hasta una mueca de anuncio electoral. El presidente declara que él, como toda España ese día, se siente Federico , sentimiento que yo no conozco pero que debe ser estupendo , por la cara de dicha que tiene el hombre al manifestarlo . Sintiéndose Federico, erigíendose un huesped privilegiado de esa ciudadela simbólica, de la España más liberal y esclarecida que solía ser la Residencia de estudiantes , Jose María Aznar recita versos de Lorca e imparte la consabida doctrina , pone un ligero mohín de desagrado ante los recuerdos inevitables de oscurantismo y crueldad que despierta el nombre del poeta ; ya está bien de contar historias viejas, declara, y la sonrisa fría no se sabe si ahora es también un gesto de irritación .


Antonio Muñoz Molina
La vida por delante
Alfaguara

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