jueves, 17 de junio de 2010

Universo de obsesiones en femenino


También yo he padecido obsesiones de ese tipo, pero me he desprendido de ellas, a pesar del empeño de mi madre. Y al desprenderme de ellas quizá me he quedado sin identidad porque en todos esos ritos limpiadores residía la posibilidad de ser una misma. Pero mi madre no sólo me transmitió eso, porque al mismo tiempo realizó un sueño de mi niñez y me proveyó de una antípoda que en el otro extremo del mundo se debate, como yo, entre acoplarse a lo que llaman realidad o levantar una realidad propia en la que retirarse a vivir. En otras palabras, mi madre me mostró el estrecho pasillo y las mezquinas habitaciones por las que debería discurrir mi existencia, pero al mismo tiempo me dió un mundo para soportar ese encierro o para hacerlo estallar en mil pedazos. Me dió todo lo bueno y todo lo malo al mismo tiempo y confusamente mezclado, pero me dejó su butaca y su reloj ; la butaca para que me sentara a deshacer la mezcla ; y el reloj para medir el ritmo de la transformación.


Juan José Millas
La soledad era esto
Destino
Foto: Indiana Caba

2 comentarios:

  1. Cómo me gustó este libro, y como me gusta que lo disfrutes tu ahora...Que pena que sea tan breve!!
    La peli también me gustó mucho, sale Charo López que está genial!!

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  2. Paya Azores! Que bien tu por aquí, hay que ver lo rápido de las comunicaciones ahora, nosotros que vivimos la época de los apartados de correos... me encantó el libro! y tengo muchas ganas de ver la peli. Lo que más es Millas, ese retratp femenino tan impecable... ni una mujer lo hubiera hecho mejor..sorprendente! disfruta del viajecico! mua

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