La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los
espejos y la paternidad son abominables porque la multiplican y afirman.
El asco es la virtud fundamental. Dos disciplinas (cuya elección dejaba
libre el profeta) pueden conducirnos a ella: la abstinencia y el
desenfreno, el ejercicio de la carne o su castidad.
Jose Luis Borges -
Los espejos abominables. Historia universal de la infamia
De bolsillo
Foto : Sergio Larrain
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