Nada más leer la carta , el príncipe miró la hora .Eran las 11 de la
mañana. Llamó para que subiera el masajista , que le masajeó y le enculó
limpiamente. La sesion le reanimó. Se dió un baño y salió de él fresco y
dispuesto, llamó para que viniese el peluquero, que le peinó y le
enculó artisticamente. El pedicuro-manicuro subió a continuación .Le
hizo las uñas y le enculó vigorosamente. Entonces el príncipe se sintió
completamente a gusto. Bajo por los bulevares , almorzó copiosamente y
tomó luego un fiacre que le llevó a la calle de Prony. Era un pequeño
palacete que sólo ocupaba Culculina.
***
-Señorita Alexina Comelotodo, ¿Cómo se llama el rey de Italia?
-Si crees que eso me importa, no tengo ni idea - dijo Alexina .
-Vaya ahora mismo a tumbarse en la cama -gritó el profesor.
Apollinaire
Las once mil vergas
El club Diógenes- Valdemar
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