domingo, 12 de mayo de 2013

Adios círculos mundanos....

pero la moda no ha sido únicamente una escena donde apreciar el espectáculo de los demás, si no que ha supuesto así mismo una trastocación del propio ser, una autobservación estetica sin precedentes .La moda ha estado ligada al placer del ver pero también al placer de ser mirado, de exhibirse a la mirada de los demás. Si, como evidente,  la moda no crea todas las piezas del narcisismo., lo reproduce de forma notable, hace de él una estructura constitutiva y permanente de la gente de mundo animándola a ocuparse en adelante de su imagen,  a buscar la elegancia, la gracia, la originalidad. Las variaciones incesantes de la moda y el código de elegancia invitan a estudiarse,  a adaptar las novedades a uno mismo,  a preocuparse por el propio porte  . la moda no solamente ha permitido mostrar una pertenencia de rango, de clase,  de nación,  ha sido además una vector de individualización narcisista,  un instrumento de liberalizaciión del culto estético del Yo en el seno mismo de una era aristocrática . Primer gran dispositivo de  producción social y regular de la personalidad aparente,  la moda ha estetizado e individualizado la vanidad humana, ha conseguido hacer de lo superficial un instrumento de salvación,  una finalidad de existencia.



Gilles Lipovetsky
El imperio de lo efímero
 Anagrama
Foto: Henry Horenstein 


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