jueves, 15 de mayo de 2014

Los amigos que perdí


Hasta entonces jamás había oído hablar del tronco cerebral . Aquel día descubrí de golpe y porrazo esa pieza maestra de nuestro ordenador de a bordo, cuando un accidente cardiovascular puso dicho tronco fuera de la circulación .Antaño eso se denominaba "congestión cerebral " y no se moría con absoluta naturalidad. El progreso de las técnicas de reanimación ha sofisticado el castigo. Sobrevives , pero inmerso en lo que la medicina anglosajona ha bautizado con toda justicia como Locked-in-syndrom: paralizado de cabeza a los pies , el paciente permanece encerrado en el interior de sí mismo, con la mente intacta y el parpadeo del ojo izquierdo como único medio de comunicación .
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El mejor puesto de observación de tal fenómeno es la sala de kinesiterapia, donde se mezclan todos los pacientes sometidos a rehabilitación. Se trata de una verdadera corte de los milagros ruidosa y colorista. Entre una parafernalia de miembros enyesados , prótesis y equipos más o menos sofisticados, se codean un chico con pendiente que se ha destrozado en un accidente de moto, una abuela con chándal fosforescente que aprende de nuevo a caminar tras caerse de un taburete y una especie de vagabundo que se las arregló para que el metro le arrancase un pie. Alienados en fila, esta humanidad agita brazos y piernas bajo una vigilancia relajada , mientras que yo estoy sujeto a un plano inclinado que lleva progresivamente a la posición vertical. Todas las mañanas paso media hora suspendido, en un hierático firmes! que evoca la aparición de la estatua del comendador en el último acto del Don juan del Mozart. Por debajo de mí, todos ríen, bromean, se interpelan. Me gustaría tomar parte en ese jolgorio pero, en cuanto poso mi único ojo hábil en ellos , chico, abuelita y vagabundo vuelven la cabeza y experimentan la urgente necesidad de contemplar el detector de incendios fijado al techo. "Los turistas" deben de temer mucho al fuego.



La escafandra y la mariposa
Jean-Dominique Baudby
Plaza & Janes
Foto : Ian Ruhter


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