viernes, 6 de abril de 2012

El último soplo


Uno de los perros, ahíto, con los ojos relucientes de bienestar, le olisquea los dedos a través de la valla de alambre y luego se los lame.
- Son muy igualitarios ¿ verdad ? - comenta- Ahi no hay clases. Ninguno es demasiado poderoso, ni está tan por encima como para no pararse a olisquear el trasero de los demás . - Se acuclilla, deja que el perro le huela la cara , el aliento. Tiene lo que a su juicio es sin duda un aire de inteligencia , aunque probablemente no sea el caso.- ¿ Han de morir todos ellos ? .
- Los que no quiera nadie. Aquí nos encargamos de eso.
- ¿ Y es usted quien se ocupa de este trabajo?
- Si.
- ¿No le importa?
- Me importa , ya lo creo. Me importa muchísimo. Y no quisiera que lo hiciera por mí alguien a quien no le importe ¿No está de acuerdo?


J.M.Coetzee
Desgracia
De bolsillo

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