Si hubiese podido suicidarme y luego ver las caras de todos, la
cosa habría valido la pena. A los hombres sólo les convencen tus motivos , tu
sinceridad , y la gravedad de tus pesadumbres cuando te ven muerto. Mientras
sigues vivo; tu caso es dudoso, sólo tienes derecho a su escepticismo. Así que
si existiese la certeza de que puedes gozar del espectáculo , valdría la pena
demostrarles lo que no quieren creer , y asombrarles .Pero te matas y que importa que te crean o no , no estás ahí para presenciar su
asombro , por otra parte fugaz , para asistir , digamos, 'como sueña cada cual
' a tu propio funeral
Albert Camus
la Caída
Alianza Editorial
Foto: Leslie Ohman
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