jueves, 5 de noviembre de 2009

El amante de las despedidas


Santiago se fijaba en las miradas , las contracción de las manos, la posición de las piernas , la distancia al equipaje , el tiempo del ritual, los giros repentinos , los regresos, la humedad de los ojos, las lágrimas , el pañuelo, las yemas de los dedos, las palmas de las manos , la velocidad al levantarlas , el número de palabras , las pausas , los silencios , los labios con amor, la duda, el no me olvides, los adioses para no se sabe cúando, la esperanza de volver ...la incertidumbre. Esa que hacía volcar a la gente un sentimiento especial, y que Santiago creyó imposible plasmar en un medio físico, aunque no por ello dejó de intentarlo .

Sentido del tacto (texto, 1987): "No puedo evitar recordar a quienes cerraban los ojos al abrazarse , para poder abstraerse con mayor facilidad y simplemente quedar el uno para el otro. Pero estos dos son distintos . Ellos sabe Dios cuando cerraron los ojos ,desde dónde vienen cogidos de la mano, abstraídos del mundo, siendo el uno para el otro sin más remedio, y sin deseo de querer a nadie más , porque quién otro entendería la despreocupación por la oscuridad eterna, quien la belleza descolorida, quien la verdadera juventud del alma. Caminan hasta percibir las escaleras del vagón con su tiento. Se detienen y estrechan sus cuerpos con perfecta armonía, como si ese momento hubiese sido practicado con rigurosa insistencia, como todas aquellas cosas que se hacen por placer . Ella pasa su mano por el rostro de él, sin tocarlo, dibujándolo con el calor de su piel. El hace lo mismo, pero no resiste ir más allá. Ella lo deja, no hay nadie mas ahí. Suena el silbato de un guardia . Ellos sonríen con complicidad"



extraído del relato "El amante de las despedidas"
Rafael R Valcárcel
Otras Palabras
Premio iberoletras 2008
Foto: Jason Yamosky
www.iberoletras.com

4 comentarios:

  1. Que bonito texto, muy poético...
    Siempre con buen criterio..

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  2. Este payo del Valcarcel tiene un mundo interior peculiar... algunos relatos tienen un peso emocional brutal, te lo recomiendo, así en plan "ligero" , leer, pensar, leer , pensar, hasta 28 veces ...;)

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  3. Te haré caso sin duda. Me gusta la anecdota que tienes con él, es muy bonita y amable.

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  4. Es un libro para regalar. Además hasta igual se puede conseguir firmado por su autor. mola!

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