Un collar en el cuello

Con los ojos brillantes , Jean-Charles prende un collar en el cuello de Laurence : "¿Te gusta?" Un precioso collar, centelleante y sobrio, pero demasiado lujoso, demasiado caro. Ella se contrae. Jean-Charles no se lo regalaría sin la disputa de esta mañana. Es una compensación , un símbolo, un sucedáneo ¿De qué? . De algo que no existe ya , que tal vez nunca ha existido: un lazo íntimo y cálido que haría inútiles todos los regalos .

(...)

¿Es que él no advierte entre nosotros el peso de las cosas no dichas? No del silencio, si no de las frases vanas, ¿no advierte la distancia, la ausencia, bajo la cortesía de los ritos?
Se quita la alhaja con una especie de rabia: como si se librara de una mentira.
-No, no quiero.
-Acabas de decir que era el que preferías .
-Si- ella sonríe debilmente- .Pero no es razonable.
-Eso soy yo quien lo decide- exclama en tono descontento.-En fin, si no te gusta, dejémoslo.
Ella vuelve a tomar el collar. ¿Para qué contrariarle? Vale más terminar.
- Claro que sí , me parece maravilloso. Pensaba solamente que era una locura. Pero eso, después de todo, es asunto tuyo.
- Eso es asunto mío.
Ella inclina un poco la cabeza para que él pueda de nuevo prenderle el collar; imagen perfecta de la pareja que aún se adora despues de diez años de matrimonio. Él compra la paz conyugal, las alegrías del hogar, el entendimiento, el amor. Y el orgullo . Ella se mira en el espejo.


Simone de Beauvoir
Las bellas imagenes
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