martes, 22 de enero de 2013

Roces necesarios

A veces , relacionarse consigo mismo y con los demás como un mero pedazo de carne es una experiencia interesante. Es una manera efectiva de olvidar por unos instantes tu propio ego, una especie de yoga divino : participar en una orgía te permite ser reducido a un anónimo pedazo de carne , correrte y reconocer tu propio anonimato orgiástico. No es el lugar ideal para pasar el resto de tus días, pero si es una experiencia que se ha de vivir, como una lección casi sagrada .Para eso servían las orgías dionisíacas , como rito ancestral . No creo que sea malo relacionarse con la gente a un nivel puramente carnal , siempre y cuando no te mantengas en este único nivel de  conciencia, como hacen algunos maricas . La utilización del sexo como estandarte para remecer nuestros sentimientos o provocar , no es lo suficientemente interesante.Tienes que hacer algo más , debes relacionarte con otra gente y con sus problemas .  ni puede sostenerse por más de diez minutos .


Entrevista con Allen Ginsberg
Consules de Sodoma 
Fábula Tusquets
Foto: Andrew Wringler

No hay comentarios:

Publicar un comentario