Londres .1826

Una pieza de esponja será lo que empiece a difundirse para reemplazar al condón , o al baudruche, al consolador y a cualquier otro artilugio instaurado por la costumbre o dictado por el hábito ; para ir contra toda forma de gratificación que no nazca de la pureza del instinto. Este capital descubrimiento consiste en que la mujer , antes del acto amoroso , se introduzca en la vagina un pedazo de esponja , cuyas dimensiones han de ser aquellas que permitan introducirlo con gusto., habíendole atado previamente una bobina o una cinta estrecha para poder retirarlo luego, de modo que este dispositivo obre, en la mayoría de los casos , como un preventivo contra el embarazo que no menoscaba el goce de la mujer ni perjudica su salud. Cuando fuera conveniente y se tenga ocasión hay que enjuagar la esponja con agua tibia , o incluso con agua fría si no hubierse otra .Mejor eso que no lavarla en absoluto, pues , en tanto que su propiedad y su propósito es absorber el semen del varón , lo absorbe mejor cuando ha sido humedecida en agua y escurrida con la propia mano.
Esta costumbre está extendida entre las mujeres de las más refinadas partes del continente europeo , así como entre la aristocracia de Inglaterra. No hace mucho, el autor de la presente obra tuvo noticia de una duquesa inglesa que afirma no salir nunca a cenar sin antes haberse provisto de la esponja . Las francesas y las italianas la llevan anudada a la cintura y siempre la tienen al alcance de la mano....

Richard Carlile
El Amor en serio
Trama Editorial