miércoles, 26 de mayo de 2010

Son de Levedad



No he visto , ni he escuchado a ese que me aguarda, no me ha dado ninguna señal, por lo tanto , no existe. O quizás existe alguien que me aguarda, pero a mí no me interesa , y como no me interesa no lo atiendo, y como no atiendo me es imposible captar sus señales. Quizás baste que él me aguarde para que a mi ya no me interese. Pienso , llego a la conclusión verdadera: Héctor es el único a quien realmente aguardo, el único que quisiera que me esperara en ese sitio inexistente. Pero, pienso otra vez , basta que sea él el sentido de mi pasión para que yo no sea siquiera el objeto de su atención. Porque óyeme, óyeme, si alguien no te espera es él , de eso estoy segura. El no espera a nadie, y entre nosotros no hay comunicación posible ; los dos no somos más que la razón de una complicidad. Nos utilizamos para representar nuestras desgracias . Yo lo convierto a él en el objeto de mi amor; él me convierte a mi en el objeto que lo detiene , lo enfurece, lo justifica y lo protege. .....




Reinaldo Arenas
Otra vez el mar
Biblioteca del Fenice
Foto: Reilnaldo V.A

2 comentarios:

  1. ...Cuán insoportable puede llegar a ser esa "levedad del ser"! Dualmente pesada prisión en la que cada ser se encierra y de la que si es consciente y quiere, puede liberarse...

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  2. Vaya fragmento, profundo e intenso. Revelador también, muy interesante amigo.
    besos mil

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