lunes, 2 de agosto de 2010

Mienten


Sí, eso mismo cantaba Manu Chao en una canción de su disco “Clandestino”. Este señor nunca me produjo mucha empatía ni estima, pero vete a saber por qué, durante el verano del año de 1999 escuchaba a menudo este disco. E incluso diría que me gustaba, bueno, todos tenemos un pasado oscuro.
A lo que iba, que tiendo a dispersarme. Tengo bien claro que todo en esta vida es una mentira, incluso la verdad. Ante mis ojos veo como todo el mundo crea sus historias, aparentemente llenas de felicidad y de éxito, tratando de hacer partícipes al resto de esa sensación de bienestar, quizá incluso de superioridad moral. Mira que bien me va, mira que bien estoy…
Me parece maravilloso, y a veces incluso yo tengo que MENTIR para hacer ver que realmente esas cosas me interesan e incluso que me alegro por ellos. Pero… en cuanto rascas un poco y desaparece esa capa externa de felicidad nos encontramos con la cruda realidad. La gente es capaz de creerse sus propias mentiras. La capacidad de autoengaño del ser humano no termina de sorprenderme. Ya sabes lo que dicen, que una mentira repetida muchas veces acaba convirtiéndose en una verdad. Y eso es lo que hacen. Crean mentiras sobre su pareja, sus amigos, su familia, su trabajo y así sucesivamente con todos los ámbitos de su vida. Y a fuerza de repetir tantas mentiras al final acaban convirtiendo el hecho en una verdad, su verdad. Por mí, bien, me parece estupendo, pero yo soy consciente de mi propia mentira. El problema lo tienen ellos. Tras ese escaparate de neones y purpurina lo que se esconde es MENTIRA. Por eso me agrada rascar dentro y comprobar como ese lujo que se ve desde fuera se vuelve mugre e inmundicia cuando llegamos a la trastienda.
Allá cada cual con lo suyo y su felicidad. Pero lo que realmente me alegra de ello, es que dento de mi infelicidad yo soy mucho más feliz que ellos. Y que dentro de las mentiras que digo, el mentiroso no soy yo.
Así que ten cuidado, porque incluso aunque te estén diciendo la verdad, MIENTEN.




Texto: The sad boy
Photo: Chris Buck

3 comentarios:

  1. Muy buen texto como ya nos anticipaste. Es verdad, todo el mundo miente, pero sin duda las peores mentiras son las que nosostros mismos nos procuramos.

    Supongo que necesitamos ciertas dosis de mentiras para vivir, a veces la realidad es demasiado dura para aceptarla como cierta.Mejor rebozar la realidad y darle una pátina de mentira.

    ResponderEliminar
  2. Se puede decir mas alto... pero desde luego más claro no. Siempre nos funciona el autoengaño, a todos , algunos en pequeñas dosis y tratando de mantenerlo a raya....

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, el autoengaño supongo que tiene una parte de necesario, pero como tu dices muy bien, en pequeñas dosis, lo justo para que la realidad no nos abrume demasiado.
    Beso

    ResponderEliminar