martes, 31 de marzo de 2009

Aquel tiempo en que todo cambió




 Desde luego que , entre la eterna hipocresía oficial y el libertinismo de moda en las últimas décadas, hay un abismo de diferencia. La opinión de que las enfermedades de trasmisión sexual no son graves llegó a su apogeo en los años setenta, cuando muchos varones homosexuales se reconstituyeron en algo así como un grupo étnico, una de cuyas particulares costumbres folclóricas era la voracidad sexual, y las instituciones de la vida urbana homosexual se convirtieron en algo parecido a un sistema de mensajería sexual de una rapidez , una eficacia y un volumen sin precedentes. El miedo al sida obliga a un ejercicio mucho más moderado del apetito, y ello no solo entre los varones homosexuales.. Para la clase media de Estados Unidos , el comportamiento sexual anterior a 1981 parece hoy parte de una perdida edad de inocencia,inocencia licenciosa,naturalmente. Al cabo de dos décadas de derroche sexual, de especulación sexual, de inflacción sexual, estamos a comienzos de una depresión sexual. Se ha comparado el recuerdo nostálgico de la cultura sexual de los años setenta con elrecuerdo nostálgico de la era del jazz vista desde el lado malo del crash de 1929.

Dados los imperativos del consumo y el incuestionado valor que se atribuye a la expresión personal, ¿cómo no iba a ser la sexualidad, para algunos , una opción de consumo, un ejercicio de la libertad, de una mayor movilidad, de ampliación de fronteras? Lejos de ser el invento de la subcultura homosexual masculina, la sexualidad recreativa y sin riesgos fue la inevitable reinvención de la cultura capitalista, y su garantía fue la medicina. El advenimiento del sida parece haberlo cambiado todo , irrevocablemente.

 


 




















Susan Sontag
La enfermedad y sus metáforas, el sida y sus metáforas.

De bolsillo

1 comentario:

  1. Qué grande es la Sontag, sigue siendo la gurú de la intelectualidad. Genia.

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